Por la G. de Dios, como decían las pesetas, terminada la construcción de España nos toco la lotería del descubrimiento de América (1492). Inmenso premio a la intuición, sin sorteos ni méritos, que no supimos agradecer ni a sus descubridores, ni a los arriesgados conquistadores, ni a todos los que fueron asentando (con claroscuros) […]


